Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado

foto Martín Bonetto
foto Martín Bonetto

Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado

Recital

Los inadaptados y marginados de siempre arruinaron la fiesta. El esperado concierto del ex Patricio Rey y Los Rendonditos de Ricota realizado en Olabarría, provincia de la ciudad de Buenos Aires, volvió a confirmar la popularidad del artista que convocó entre 250 y 300 mil personas la noche del sábado 11 de marzo. Lamentablemente, hoy la mayoría de los medios de prensa hablan del accidentado show, de las declaraciones del subsecretario de Salud de la localidad Germán Maroni, quien expresó que uno de los jóvenes falleció por politraumatismos, y otro por un paro cardiorrespiratio; que hay una cifra importante de personas heridas. Funcionarios del hospital informaron que se encontraban colapsados en su capacidad por el ingreso de jóvenes con distintos grados de intoxicación. Algunos medios, sensacionalistas y oportunistas publican que la cantidad de muertos sería mayor. Hasta la mañana del domingo se desconocen los nombres de las víctimas. Ahora comienzan las especulaciones sobre la capacidad del lugar y la posible sobreventa de entradas, o el ingreso de espectadores sin la misma. A estas horas de la mañana del domingo hay mucha gente que no tiene noticias de amigos y familiares que concurrieron al show, desde Uruguay fueron muchos los ómnibus que trasladaron uruguayos hasta Olabarría.

Un mensaje del Indio antes del show con un pedido especial: "El sábado, a cuidarse y a cuidar de quienes nos rodean, aunque no los conozcamos. Cierta gente de mierda (debería puntualizar: PODEROSA gente de mierda) se regodearía si alguien sale lastimado. No le demos el gusto".

 


 


El concierto anunciado para las 22 horas fue puntual, la banda salió a escena en la Rural La Colmena con el tema Barba azul vs el amor letal, vestido con una campera y gorra, dejándolas y quedando con un mameluco azul claro, tirando a gris, con lentes oscuros en una noche de viento, que continuó con temas como Porco Rex, Arca Monster, Chau Mohicano, Ropa sucia, Capitán Buscapina, Babas del diablo, entre otros clásicos. Durante el concierto que debió interrumpir en varias oportunidades Solari expreso: "Los que están borrachos que vayan para atrás". Enojado, miró a un espectador y le dijo: "¿Qué tirás, pelotudo?". la banda debió realizar un intervalo de casi 20 minutos para luego retomar el show. Seguramente debieron modificar el repertorio programado para realizar temas más suaves para ayudar a mantener la calma. Pero el concierto se volvió a frenar luego de los temas Héroe del Whisky y Etiqueta negra. A pocos minutos de las 23 los inconvenientes obligaron a otra pausa. Público que estaba dentro del lugar y periodistas que cubrían el espectáculo expresaron que Solari había detenido su presentación para pedir que auxilien a personas que habían caído contra las vallas, eran aplastadas por avalanchas y la cantidad de gente.

 
Veinte minutos antes de media noche la voz del Indio cayó como una brisa helada sobre la multitud: "Ya no tengo más ganas de tocar"; pero continuó con Todo preso es político. A pesar de lo ocurrido, que había sido advertido por el Indio, Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado ofrecieron un concierto que demuestra el poder de convocatoria, que reúne a varias generaciones. Solari es un artista que sigue estando tan vigente como desde sus comienzos; y que deja mensajes en su obra, pero en el diálogo con el público entre tema y tema, como por ejemplo sobre la baja de la imputabilidad penal a menores de edad, o los que tienen más de 40 años y desconocen o tiene dudas sobre su identidad invitnándolos a consultar con las Abuelas de Plaza de Mayo. Sobre el final del concierto el Indio Solarí se mostró más distendido, desplazándose por las tablas del escenario más suelto, más feliz, más metido en su espectáculo, intenatando dejar atrás lo ocurrido, que no es tarea fácil para un artista arriba del escanrio; de todos modos con oficio continuó en escena, como sobrevolando sobre la multitud para disfrutar por un instante de una noche que intentó silenciar lo programado.




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